Salvaguardas, opciones de política y gobernanza inclusiva con enfoque de género y justicia
Para lograr una adaptación al cambio climático y una reducción de emisiones más eficaz, es urgente una acción climática centrada en la equidad y justicia, la financiación adecuada, el compromiso político, así como las asociaciones y la concertación. El sexto informe de evaluación del grupo 2 del IPCC publicado el 2022 es enfático en esta necesidad.
A pesar de que existe un creciente foco en la justicia social y construir relaciones más justas en la sociedad en cuanto al acceso a recursos y oportunidades, es necesario enfocarse en la inequidad, vulnerabilidad climática y en respuestas que incluyan el rol del poder y la participación en la implementación de la acción climática.
Las poblaciones más pobres y vulnerables cuentan con limitada influencia política, capacidades y oportunidades para participar en procesos de decisión en el diseño de políticas públicas. Además, tienen menos posibilidades de conseguir apoyo gubernamental para invertir en medidas de adaptación que reduzcan su vulnerabilidad relacionada a la desigualdad y la pobreza (Castellanos et al., 2022). Son las personas más pobres quienes están en mayor riesgo de verse forzadas a migrar o a vivir en medio de conflictos, agravando aún más su situación de pobreza.
Un importante facilitador de la justicia climática es una gobernanza democrática desde el nivel local. El día a día de las decisiones en economía, naturaleza e infraestructura definen las opciones de adaptación disponibles. En este marco, la justicia climática se amplía con el conocimiento y gobernanza inclusiva, aunque puede implicar concesiones.
Es crucial priorizar la equidad y justicia en la acción climática para evitar reforzar desigualdades ya existentes. Es decir, solucionar la falta o limitada participación y las múltiples formas de inequidad —como el género, raza, ingresos, migración—, reducir las vulnerabilidades preexistentes e históricas de desigualdad e injusticia, y resolver el acceso desigual a servicios básicos y a los recursos financieros, de capital y de medios de vida.
En las montañas, los impactos por la pérdida de glaciares y la reducción de la cobertura de nieve debido al cambio climático afectan a los más vulnerables y ponen en riesgo la sobrevivencia de culturas ancestrales e indígenas. Los límites a la adaptación, incluyendo las estrategias de adaptación basada en ecosistemas, serán progresivamente superados según las temperaturas globales sigan elevándose. Con ello, aumentarán las pérdidas y daños, así los costos y requerimientos de financiamiento. Las pérdidas, incluidas aquellas irreversibles, aumentarán substancialmente si los gobiernos del mundo fallan en limitar las emisiones para no superar el aumento de 1.5°C antes del 2040.
Salvaguardar los ecosistemas terrestres, en lagos, ríos y el océano forma parte del marco de soluciones que propone el desarrollo resiliente al clima, junto con reducir la pobreza y el hambre, mejorar la salud y medios de subsistencia, lograr el acceso total a la energía y al agua segura, entre otras. Tanto la urgencia como la complejidad de la crisis del cambio climático requieren acciones de una nueva profundidad y escala.
El marco de soluciones formulado por el IPCC en el sexto informe de evaluación del grupo 2 denominado Desarrollo Resiliente al Clima implica acciones de adaptación (las estrategias para hacer frente a los riesgos climáticos) y de mitigación (las acciones para reducir emisiones de gases de efecto invernadero). Además, ambas implican mejoras para el bienestar de la naturaleza —conservando la biodiversidad—, las personas y la infraestructura (Schipper, E.L.F y otros, 2022).
Proporcionar acciones efectivas y de mayor relevancia requiere buscar la unión. Las perspectivas de una acción efectiva mejoran cuando diversos actores trabajan juntos y forman asociaciones con la participación de los grupos minoritarios, tradicionalmente marginados. En tal entorno social, el conocimiento científico, indígena y local, y el conocimiento práctico pueden unirse para lograrlo.
Para ello, también es crucial enfatizar la participación de las mujeres, pues son ellas —mujeres y niñas— quienes sufren en mayor medida los riesgos climáticos y la desnutrición. Involucrarlas en los procesos de toma de decisión contribuye a la eficacia de las acciones a la par de reducir la desigualdad de género. Las mujeres suelen tener un vínculo más cercano con la naturaleza, y protegen y cuidan la tierra, el agua, las semillas, alimentando a sus familias y la población; contribuyen también a restaurar los bosques, por su conocimiento en adaptación y prevención, así como con soluciones prácticas y viables en sus territorios.
El diálogo y la construcción de acuerdos entre múltiples actores, que incluye a los grupos más vulnerables —como a las mujeres, las minorías y los grupos indígenas—, son mecanismos para reconocer la necesidad de compensaciones y el límite de las concesiones. Asimismo, sirven para promover opciones de adaptación dinámicas y específicas a cada territorio que salvaguarden nuestros ecosistemas y los medios de vida de las personas más vulnerables (Schipper, E.L.F y otros, 2022).
Son parte de las medidas de adaptación el priorizar las inversiones que reduzcan el riesgo climático de los grupos marginalizados y de bajos ingresos, los seguros que permitan un acceso equitativo al financiamiento climático y los sistemas de protección social que asistan y permitan manejar los impactos en tiempos de crisis. Igualmente, son críticos la planificación participativa, la gestión del riesgo y de la infraestructura, el monitoreo y la evaluación de las acciones climáticas con enfoques de análisis multicriterio consistentes con los principios de justicia, que permitan evaluar la efectividad de la adaptación en función de la equidad y la justicia (IPCC, 2022).
El sexto informe de evaluación del IPCC insiste que se requieren acciones inmediatas para limitar el calentamiento a 1,5 °C, a la vez de prepararse y adaptarse a los riesgos actuales y futuros. Las transformaciones para limitar el calentamiento a 1,5°C requerirán acciones decididas de parte de todos los actores y a múltiples escalas.
Referencias
Castellanos, E., M.F. Lemos, L. Astigarraga, N. Chacón, N. Cuvi, C. Huggel, L. Miranda, M. Moncassim Vale, J.P. Ometto, P.L. Peri, J.C. Postigo, L. Ramajo, L. Roco, and M. Rusticucci, 2022: Central and South America. In: Climate Change 2022: Impacts, Adaptation, and Vulnerability. Contribution of Working Group II to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change [H.-O. Pörtner, D.C. Roberts, M. Tignor, E.S. Poloczanska, K. Mintenbeck, A. Alegría, M. Craig, S. Langsdorf, S. Löschke, V. Möller, A. Okem, B. Rama (eds.)]. Cambridge University Press. In Press.
IPCC, 2022: Climate Change 2022: Impacts, Adaptation, and Vulnerability. Contribution of Working Group II to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change [H.-O. Pörtner, D.C. Roberts, M. Tignor, E.S. Poloczanska, K. Mintenbeck, A. Alegría, M. Craig, S. Langsdorf, S. Löschke, V. Möller, A. Okem, B. Rama (eds.)]. Cambridge University Press. In Press.
Schipper, E.L.F., A. Revi, B.L. Preston, E.R. Carr, S.H. Eriksen, L.R. Fernandez-Carril, B. Glavovic, N.J.M. Hilmi, D. Ley, R. Mukerji, M.S. Muylaert de Araujo, R. Perez, S.K. Rose, and P.K. Singh, 2022: Climate Resilient Development Pathways. In:Climate Change 2022: Impacts, Adaptation, and Vulnerability. Contribution of Working Group II to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change [H.-O. Pörtner, D.C. Roberts, M. Tignor, E.S. Poloczanska, K. Mintenbeck, A. Alegría, M. Craig, S. Langsdorf, S. Löschke, V. Möller, A. Okem, B. Rama (eds.)]. Cambridge University Press. In Press.